Bolton
Prof. Ramón Miranda Camou
Al presentar esta obra debemos precisar antes que nada de que se trata de una biografía no completa. Es la vida del Padre Kino, pero sólo abarca los años de su viaje desde el viejo continente a su destino entre nosotros, su trabajo apostólico en estas tierras hasta su muerte. Faltan en ella los años de su infancia y formación completa en los colegios jesuíticos, su ordenación, los ambientes que lo formaron, etc.
Una biografía es un relato sobre una persona real, circunstancia que le confiere un carácter mixto.
Algunos biógrafos se opondrían a esta descripción, pero al menos normalmente, una biografía es una relación narrativa de la vida, la historia, de una mujer, un hombre o un grupo de personas, por lo que en gran medida plantea los mismos problemas que un libro de historia. El lector debe formular la misma clase de preguntas: ¿cuál es el objetivo del autor?, ¿cuáles son sus criterios de la verdad?, además de las preguntas que se dirige a cualquier libro[1].
Además de las dificultades de la lectura que apuntamos existe todavía otra: es una traducción de cuya dificultad el traductor está consciente, a la que dedica tres lustros y en la que se había embarcado por amistad (no se entiende este gran trabajo de otro modo) de la que Miguel Mathes dudaba fuera resultar un trabajo satisfactorio dada la calidad literaria de rigor cientifico y a la vez estilo y lenguaje ameno y popular de la obra original.
Llama la atención su título y sobre todo la inclusión en él de un tecnicismo de historia medieval: Cristiandad, término técnico para expresar en la historiografía moderna lo que en los términos griegos se expresaba con Ecumene = el mundo conocido y regido por las costumbres y lengua griega. Cristiandad sería algo parecido, pero con las costumbres cristianas.
A través de sus 783 páginas incluyendo su índice general al principio y su índice de nombres al final sus más de mil quinientos párrafos (1562 para ser exactos y sus 715 notas a pie de página y sus 16 ilustraciones, la obra tiene un mérito editorial que no podemos negar. Nos proporciona además un índice ya incompleto, pero útil todavía, de una bibliografía posterior a la publicación de la obra, que no está incluida tampoco en la de
Si leer esta obra es una hazaña, imagínense la hazaña que habrá constituido haberla vivido. Este, a nosotros no nos cabe duda, primer santo a la jineta, como algún autor nuestro llama a Kino, citando a Sancho que se refiere a Don Diego de Miranda.
Este Quijote con cruz en lugar de lanza, con duquesa, con ilusiones y visiones, según el autor de su biografía, disparatadas. Sin la compañía de un Sancho que le sirva de interlocutor, escribe sus propias hazañas y nosotros las leemos interpretadas y traducidas al inglés por un estudioso americano que las editó en 1936 y alguien las traduce del libro al español de nuevo. Tiene tres salidas y tres regresos hasta el momento de sucumbir el 15 de marzo de 1711, fecha que pone fin a su ministerio en estas tierras y un hito en la periodización histórica. Sería este Bolton como un Cide Hamete Benengeli.
Casos escabrosos en la biografía:
Relaciones con Carlos Sigüenza.
Relaciones con el P. Mora Pág. 421
Fondo Piadoso de las Californias P. 431
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